Cómo prevenir el ardor en la vagina
Una vagina sana es una vagina equilibrada – esto significa que millones de bacterias que viven en el entorno vaginal no se molestan unas a otras y son esenciales para mantener el cuerpo saludable. Sin embargo, una vez este equilibrio es alterado, aparecen síntomas incómodos como sensación de escozor o comezón.
Cambios rápidos, incluyendo los cambios en los niveles de nuestras hormonas, pueden dar paso a varias molestias y dolor. Así como nos causan problemas, diferentes enfermedades e infecciones pueden tener un impacto en nuestro embarazo, en el desarrollo de nuestro bebé, o el parto. Por ejemplo, la vaginosis bacteriana en el embarazo está ligada a consecuencias más serias, y por lo tanto debería ser tratada tan pronto se diagnostica.
¿Qué es la vaginosis bacteriana?
La vaginosis bacteriana es una de las infecciones vaginales más comunes. Se produce por la alteración del equilibrio microbiano en la vagina, y puede tener síntomas desde suaves a severos como secreción vaginal acuosa blanca o grisácea, olor desagradable, como a pescado, irritación y dolor en la zona vaginal.
Aunque estos síntomas son molestos, no ponen en peligro la vida, y en la mayoría de los casos pueden ser tratados fácilmente con antibióticos o un producto natural que restaure el equilibrio de la flora vaginal. Sin embargo, la vaginosis bacteriana puede tener consecuencias más severas durante el embarazo, incluyendo el riesgo de un nacimiento prematuro. Por esta razón, las mujeres embarazadas deben contactar un profesional de salud inmediatamente si sospechan que pueden tener vaginosis bacteriana.
«La vaginosis bacteriana en el embarazo está ligada a consecuencias más serias, y por lo tanto debería ser tratada tan pronto se diagnostica.»
¿Cómo tratar la vaginosis bacteriana en el embarazo?
El uso de medicamentos en el embarazo es muy restringido y siempre debería hacerse consultando al doctor u obstetra. Algunas veces, las medicinas no se usan debido a los riesgos potenciales para el bebé, pero más a menudo se evitan por la simple falta de evidencia de que el riesgo no existe.
La vaginosis bacteriana puede ser tratada con antibióticos, como el Metronidazol, que se evita durante el embarazo. La alternativa es usar productos naturales, los cuales restauran el pH de la vagina, y permiten que las bacterias beneficiosas reintegren el equilibrio de la flora en el entorno vaginal. Algunos de estos productos pueden ser usados durante el embarazo, pero ya que cada mujer y cada embarazo son diferentes, la terapia debe ser discutida con un doctor u obstetra.